VII Cartagena Trail: Pasados por agua.

Llueve, pero casi no lo noto, aunque a veces las gotas hacen daño ¿será granizo?

Frio en mis manos que se resienten cuando me ayudo de ellas para progresar en las primeras rampas. Todavía me quedan muchas fuerzas y subo corriendo detrás de Antonio Ibarra (Roller Masters) pasándolo en los subibajas de camino a las últimas rampas del Roldan. Aun sigo con ganas e intento apretar. Tengo miedo por si lo pago después, pero ahora voy bien y no quiero parar.

Primera sorpresa: Alberto Plazas (Costera Sur Trail) peleándose con el impermeable. Hoy no es su día ni su carrera. Lluvia, frio y unas zonas muy técnicas. Lo paso y aprieto, porque con Alberto nunca se sabe. 

Alberto

Sigo a muy buen ritmo en mi camino hacia la cima y el único que me sigue es Ángel Mayor (Roller Masters), al que le consigo meter una buena renta para afrontar con garantías la primera bajada, que hoy mojada es mucho más técnica.

Segunda sorpresa: Benjamín Gutiérrez (Roller Masters) intentando no matarse en el descenso. ¡Como resbalan hoy las piedras! y si pisas en la arena es mucho peor ¡como si esquiases! Quiero bajar rápido y lo intento. De repente  noto una ráfaga de viento y pierdo el equilibrio. Pero si es Ángel con el turbo ¿Pero es que este tío no tiene miedo a nada?

Benjamín

Me pego como puedo tras él y en la segunda parte de la bajada, tan técnica como la primera, nos terminamos de alejar de Benjamín. Delante de nosotros un corredor de negro, creo reconocer a un junior que pincho en la última parte de la Unión, pero hoy va como una moto. Ángel y yo nos juntamos en la transición hacia el Portus con la incertidumbre de si el corredor que nos precede hace la corta o la larga. 

Sigo la estela de Ángel en al entrada al Portus.  

Ya en el pueblo y tras comprobar que el junior hacía el recorrido corto, nos adentramos en una de las partes más bonitas y complicadas de la carrera en la posición 4º y 5º. Llevamos renta suficiente para tomarnos un respiro y preparar las piernas para lo que nos queda ¡Toda la subida a la Muela!

Si quiero tener opciones de llegar delante de Ángel tengo que volver a conseguir un colchón que me permita contrarrestar la tremenda bajada de este gran corredor. ¡Manos a la obra! A esta altura de la fiesta, se antoja una tarea muy difícil, solamente cuando flojea un poco en la última parte de la subida empedrada, me veo con fuerzas para sacarle unos metros. Lo más importante es que consigo que pierda contacto visual.

Ahora a correr todo lo que pueda. Aprieto los dientes como hace tiempo que no lo hacía, sacando las pocas fuerzas que aún me quedan.  Intento trotar en las pequeñas rampas que me encuentro y empiezo a soñar con llegar el 4º. Que gran puesto para este final de liga.

Cuando fuerzas la maquina, los músculos demanda todo el oxigeno. No soy avaricioso y dejo que este fluya libremente hacia la parte baja de mi cuerpo, a expensas de correr un poco mareado. No importa, ya estoy acostumbrado y la ocasión lo merecía. Pero si el mareo se junta con el viento en la cara que hace que te lloren los ojos y el desconocimiento del circuito, pues pasa lo inevitable: que en la parte más fácil del circuito y en la mejor marcada, me pierdo.

Boca abierta en busca de oxigeno

Había que cruzar la pista para llegar al último avituallamiento, voy encendido, y cuando toco pista, se me va la cabeza lléndome hacia arriba. Una curva, otra curva, esto empina y cuando llego a una zona despejada, me doy cuenta que hace tiempo que no veo señales.

¿Cuánto tiempo he perdido? Adiós a mi 4º posición. Encima en el avituallamiento me indican que Benjamín también ha pasado. Hola al 6º puesto, que para como estoy, tampoco está mal. Aunque hoy no es el día de Benjamín, al que diviso en la cumbre de la  Muela y lo adelanto poco después.

A correr, pero ya casi sin ganas, pues Ángel seguro que va muy lejos. No debo relajarme pues me sigue uno de los grandes, no quiero que me dé un susto. Atento a las señales y controlando al Roller perseguidor me planto en meta calado hasta los huesos pero muy contento. 

¡A veces también tengo días buenos!

Entrando a meta perseguido por Benjamín.